DF Constitucional

En la recta final del proceso constitucional partidos defienden la decisión de intervenir para buscar acuerdos

De manera transversal, la mayoría de las colectividades plantean que para hacer viable el proceso son necesarios acuerdos amplios; en la DC incluso creen que las colectividades se demoraron en entrar.

Por: Claudia Rivas | Publicado: Martes 10 de octubre de 2023 a las 18:55 hrs.
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En principio, este miércoles el Pleno de la Comisión Experta debiera comenzar a votar las observaciones ingresadas por los comisionados al texto emitido por el Consejo Constitucional. Aunque desde el sábado 7, e incluso antes, la comisión trabaja intensamente en la búsqueda de acuerdos que permitan, según plantean tanto en el oficialismo como en la oposición, que el texto propuesto represente a la mayoría de los chilenos y aumente las probabilidades de ser aprobado, en el mundo político están pesimistas acerca de que se alcancen los consensos necesarios, especialmente en los sectores de Gobierno, tal como lo ven desde el Congreso.

De ahí la especial valoración que se hace del trabajo que ahora están realizando los partidos políticos, a partir de la necesidad –expresada por los propios comisionados– de alcanzar un acuerdo político transversal que viabilice una nueva Constitución y evite el fracaso del proceso. A pesar de que algunos estiman que los partidos reaccionaron demasiado tarde; pero, además, la mayoría que habla de ceder para encontrar una fórmula compartida de acuerdo coincide en referirse a la oposición, pues estiman que es el oficialismo el que en esta ocasión se quedó fuera del texto.

De hecho, el proceso está en un etapa casi irreversible y “al borde del abismo”, según plantea el expresidente de la Cámara, diputado Raúl Soto (PPD). Y si bien está entre quienes valoran la irrupción de los partidos, asumiendo una mayor injerencia en las negociaciones, aclara que para que esto efectivamente funcione, el Partido Republicano y el propio José Antonio Kast, debieran dar una señal política de “flexibilidad y de ceder”. Ello, porque –según argumenta Soto– se ha instalado la sensación, que a su juicio es real, de que la que salió del Consejo Constitucional “es una propuesta a la medida de José Antonio Kast y de republicanos, que es un texto maximalista, identitario, que es un vehículo para dar una batalla cultural y simbólica” y no un documento que represente en su totalidad a la sociedad chilena.

E insistió en presionar a Kast a “ceder”, renunciando a sus conceptos ideológicos y abriéndose a que los partidos, de manera transversal, “puedan salvar este proceso”.  Ello, debido a que  para el diputado PPD, tal como están distribuidas las fuerzas en el Consejo Constitucional –al que deberá volver el documento con las observaciones de la Comisión Experta–, es el Partido Republicano especialmente el que tiene “el sartén por el mango”, por lo que “es José Antonio Kast el que tiene que decidir si va a dar gobernabilidad a este proceso constitucional, salvando su proyecto político y su proyecto presidencial incluso, o va a dejar caer este proceso”. Mientras que respecto del oficialismo, el diputado recalca que la “voluntad” de llegar a acuerdo está y estará hasta el final del proceso, pero si no cede el Partido Republicano será “imposible” llegar a acuerdos, adelantó.

Llamado de Sauerbaum a su sector

Tanto es así que el propio jefe de bancada de los diputados de Renovación Nacional (RN), Frank Sauerbaum, admite que le hubiera gustado que del consejo saliera “un texto muy similar al de los iniciales expertos”, lo que habría hecho más fácil su aprobación. Como ese escenario no fue posible, ahora Sauerbaum llama a sus comisionados “a pensar en el Chile de los próximos 50 años y no en la inmediatez; no en lo que nos puede convenir electoralmente o adónde va a ola hoy día. Porque la próxima generación nos va a demandar haber tenido una constitución mucho mejor y que se haga cargo de las diferencias que hoy existen en Chile, no sólo económicas y sociales, sino también de pensamiento”.

Es por ello que el diputado opositor aplaude la irrupción de los partidos políticos. A su juicio, “es la hora de los partidos políticos, es la ahora del acuerdo, la conversación, los consensos; porque es la única manera de que este proceso termine positivamente”. Sauerbaum incluso recalca que los partidos no pueden dejar en total abandono este proceso y “llegó la hora de que los partidos políticos se pongan pantalón largo y hagan frente a esta discusión”, subrayando que la nueva Constitución “no puede ser partisana, identitaria ni que le hable a un grupo específico de la sociedad chilena”.

Al rescate del proceso

Este punto lo toma el diputado socialista Leonardo Soto, quien sostiene que el Partido Republicano cometió un grave error en este proceso constitucional, al “imponer al interior del anteproyecto, básicamente, su programa de gobierno” y acusa que muchas de las disposiciones planteadas por la colectividad son copia fiel de lo que propone Vox en España, partidos de ultraderecha en Italia y Jair Bolsonaro en Brasil, “lo que es un retroceso en garantías y en derechos; y constitucionaliza un gueto de la elite y de los privilegios en nuestro país”, recalca.

Y dada la composición del Consejo Constitucional, Soto cree que no era posible para los partidos políticos contrarrestar la fuerza del Partido Republicano con Chile Vamos y que recién ahora, en esta etapa de la Comisión Experta se abre un espacio para que las colectividades “puedan llegar a un acuerdo global con la aplanadora republicana; porque lo que estamos haciendo los partidos políticos, excluidos de la primera fase, es simplemente buscar salvar este proceso constituyente; buscar la manera de tender puentes con el Partido Republicano para que su constitución no identifique sólo a un sector de la sociedad, con la sola mirada de las elites económicas, sociales y empresariales”. Pero insiste en lo ya mencionado por Raúl Soto, asegurando que es el Partido Republicano el que “tiene la sartén por el mango y el que pone la música; por lo tanto, son ellos los que tienen la llave del candado del texto pétreo que construyeron”.

En este contexto, admite ser muy escéptico y tener desconfianza respecto de que el Partido Republicano esté disponible a eso. Por lo que, añade, que si bien las encuestas dan cuenta de que el “En contra” es la postura más probable, también nota que eso no le preocupa a los republicanos ni al propio Kast. Pues, según argumenta, lo que busca la tienda es “cimentar la candidatura presidencial” del exdiputado, porque se apruebe o no la propuesta constitucional “ellos igualmente habrán ganado el 30% de los votos”.

La misión de los partidos

Mientras que desde el Partido Republicano no se muestran muy abiertos ni a una autocrítica respecto de su actuación en el proceso ni a la participación de los partidos políticos en las negociaciones, pese a que su abanderado ha guiado el proceso, prácticamente desde su inicio, dándole implícitamente la razón al socialista Leonardo Soto. De hecho, el jefe de la bancada de diputados republicanos, Agustín Romero, relega el rol de los partidos políticos a “facilitar la información a la ciudadanía”, porque cuando la gente lee las enmiendas propuestas por su sector –asegura convencido– “las aprueba y le gustan”. En este sentido, las enmiendas que defiende “le hacen sentido a la gente”, insiste.

Ante esta argumentación no le ve mucho sentido a la participación de los partidos políticos en la búsqueda de acuerdos: “No sé si los partidos políticos, en este minuto, van a ser capaces de poder dar vuelta una determinada voluntad del pueblo, sólo porque se junten (…) lo que pasa es que la gente va a aprobar el proceso si los contenidos le hacen sentido; por lo tanto, no me parece razonable que los partidos piensen que porque intervengan van a lograr que la gente los siga”. Romero recalcó que sus representantes en el proceso “han estado abiertos a todo tipo de conversaciones (…) El tema es que algunos quieren imponer sus propias voluntades respecto de temas que para nosotros son importantes y que son aquellos que la misma ciudadanía ha validado al elegir también a consejeros republicanos.

Partidos se incorporaron tarde

Desde la Democracia Cristiana (DC), el jefe de la bancada de diputados Eric Aedo, hizo un fuerte análisis de la actitud que los partidos políticos habían expresado frente al segundo proceso constitucional, aseverando que se cayó en la “ingenuidad” de mantenerse sólo como observadores, porque justamente por eso “faltó mayor dirección política, desde el punto de vista de mantener algunos principios que habíamos concordado todos los sectores políticos durante el proceso de negociación”, como el que no se asegura un Estado social de derecho; se retrocede en libertades valóricas; que se abre la puerta a que funcionarios de las Fuerzas Armadas sólo sean juzgados por la Justicia Militar; y, entre otras cosas, lo que toca a las atribuciones y objetivos del Banco Central.

De ahí que estime que los partidos políticos “se incorporaron tarde, porque se dejó a la institucionalidad de los consejeros actuar, lo que puede ser positivo; pero eso trajo aparejado el problema de que los consejeros, igual que en el proceso anterior, de manera más solapada, pero, en definitiva, la mayoría republicana impuso sus puntos de vista no más”. Los que responden, recalcó, a una mayoría de una coyuntura y en dos o tres años más lo puede estar discutiendo de nuevo la sociedad.

Por todo esto, aclara que “no soy optimista del resultado”, recalca. Su argumento es que para un sector de la derecha es bien visto que se rechace la propuesta y continuar con la Constitución del ’80; por otro lado, un sector de la izquierda estaría en similar postura –añade– porque esperaría un mejor momento político para avanzar en una propuesta más de su gusto.

Trata de aportar al proceso

Mientras que desde la UDI, el jefe de la bancada de senadores, Gustavo Sanhueza, está optimista, porque no circunscribe al trabajo de la Comisión Experta y el plazo para llegar a acuerdos al de las observaciones de la comisión. Y a este respecto, explicó que los senadores sostuvieron una reunión con sus comisionados la semana pasada para apoyar el proceso que ya entra en la recta final, dado que los expertos tomaron un rol protagónico nuevamente. Y, desde esa perspectiva, “todos los que tenemos una representación popular o somos incumbentes en la toma de decisiones tenemos que tratar de aportar a que este proceso se concrete de buena manera el 17 de diciembre”.

Al igual que los representantes de RN, el senador gremialista recalca que los consejeros de su partido han apoyado las enmiendas que comparten y no toda la gama presentada por el Partido Republicano, calificando como una “caricatura que no es sana” aquella que pone a su sector siguiendo a los republicanos en el marco del proceso constitucional. Y destacó que “lo que tenemos que buscar es cómo somos capaces de ceder en unas posturas que tenemos rigidizadas y cómo podemos también defender aquellas que nos importan más para llegar al mayor consenso posible”.

Desde su punto de vista, la discusión de “qué” o “quién” en materia de derecho a la vida es “inoficiosa” y “no tiene mayor incidencia” por lo que si algo hace ruido –recalca– y es necesario no avanzar en ello, “tenemos que tener la capacidad de no hacerlo”; pero también en materia de exención de contribuciones a la vivienda principal “por principio no estoy de acuerdo que ciertas materias, que tiene que ver con las políticas estén contempladas dentro de la Constitución”.

En fin, Sanhueza se muestra optimista y aunque reconoce que estos días “no se ha movido la aguja”, pide que no se circunscriba sólo a esta fase la posibilidad de acuerdos.

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